El poder del lenguaje verbal y no verbal para concretar negocios exitosos
“No hay segundas oportunidades para las primeras impresiones”, es una frase que solía decir el escritor Oscar Wilde. Y no se equivocó. Al entrar a una tienda, usar un servicio o recibir una llamada adquirimos una percepción casi “inconsciente” del servicio que recibimos.
La conocida frase del escritor Oscar Wilde, “No hay segundas oportunidades para causar una primera impresión”, sigue siendo tan cierta como relevante. Cuando ingresamos a una tienda, utilizamos un servicio o recibimos una llamada, generamos una percepción casi automática de la experiencia que estamos viviendo.
En el ámbito empresarial, esta premisa se vuelve aún más crucial, ya que puede marcar el inicio de una relación sólida y de largo plazo basada en la confianza. Un ejemplo claro es aquella ocasión en la que contactamos a un proveedor y, tras una larga espera acompañada de música interminable, recibimos una respuesta insatisfactoria: “No podemos resolverlo por teléfono, debe acudir a nuestras oficinas”. Esta situación crea una impresión que difícilmente se borrará, no solo en el cliente, sino también en quienes escuchan su experiencia.
Una investigación conjunta entre la Universidad de Glasgow (Escocia) y Princeton (EE.UU.) revela que un simple saludo puede ser suficiente para generar conclusiones sobre la personalidad de quien lo emite. Si recordamos que el capital más valioso de cualquier empresa es su equipo humano, entonces es fácil entender por qué una excelente primera impresión puede ser una herramienta poderosa.
Si tu objetivo es atraer y fidelizar a un cliente potencial, convirtiéndolo en un embajador de tu marca, sigue estos consejos y asegúrate de que esa primera impresión sea inmejorable.
Cuida la presentación de tu equipo
Cada empleado es un representante directo de la empresa desde el momento en que cruza la puerta. Su imagen personal, tanto en su vestimenta como en su comportamiento, refleja los valores de la organización. Un atuendo limpio y profesional proyecta una empresa organizada y confiable.
Sonreír no cuesta nada, pero vale mucho
Según un estudio del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de Duke (EE.UU.), una sonrisa auténtica crea una conexión memorable. Nuestro cerebro tiende a recordar a las personas que nos han tratado con simpatía, lo que puede facilitar futuras interacciones.
Invierte en la formación de tu equipo
Proporciona a tus colaboradores las herramientas necesarias para ser proactivos, corteses y capaces de tomar decisiones que beneficien tanto al cliente como a la organización. Las empresas más exitosas no requieren de un jefe autoritario, sino de un líder que inspire y guíe hacia el éxito.
Crea un entorno de trabajo cómodo y productivo
El ambiente laboral influye directamente en la productividad. Un espacio adecuado favorece el bienestar de los empleados, impulsando su rendimiento de manera natural. Si tu negocio atiende al público, puedes aplicar estrategias de marketing sensorial para atraer y retener a tus clientes.
Aprovecha al máximo esa primera oportunidad de causar una impresión positiva, ya que es probable que no haya una segunda para conquistar a ese cliente tan deseado.